La mala hospitalidad
Otra vez una serie de ficción convertida en documental. El círculo se cierra sobre Sinwar. Irán se toma su tiempo para responder.
Es probable que no trasciendan más detalles, pero lo poco que sabemos alcanza para describir la eliminación de Ismail Haniye como la operación más exitosa de la historia del Estado de Israel. Siempre y cuando éste haya sido el responsable, ¿me explico?
La regla general es así: si Israel rápidamente sale a desmentir haber tenido que ver con un suceso, no tuvo nada que ver. Si no dice nada, pues pudo haber sido o no, pero no es de su interés que piensen que no tuvo nada que ver. Para muestra, la muerte del presidente iraní Ebrahim Raisi hace dos meses Un claro caso de accidente (condiciones muy difíciles de pilotear, probable deficiencia en repuestos del helicóptero por sanciones) en donde no tenía sentido jugar a la ambigüedad, y donde Israel no estaba dispuesto a bancarse una represalia gratuita. Además, no es la clase de objetivo que Israel buscaría eliminar. El anuncio de la muerte del líder del politburó de Hamás, Ismail Haniye, vino acompañado de una acusación de ataque con misiles aéreos. Un delirio rápidamente descartado, puesto que es impracticable tal precisión sin ser detectado por radares. No es totalmente imposible este tipo de operaciones, pero requeriría una serie de pasos adicionales que arruinarían la sorpresa y el broche de oro. Ya voy a llegar. Con el correr de las horas desde Irán quisieron imponer una narrativa algo más humillante pero plausible y difícil de detectar: un ataque con algún tipo de misil antitanque o similar, -a lo sumo un drone- operado a control remoto desde un edificio cercano. No sería poco meritorio pero no alcanza. Llegada la noche del miércoles en Medio Oriente, el New York Times, a través de su corresponsal estrella Ronen Bergman, sirvió de portavoz de las fuerzas israelíes, como tantas otras veces: la bomba que mató a Ismail Haniye y su custodio fue depositada en su habitación del complejo de Neshat al menos dos meses antes.
El cómo es más importante que el qué, el medio es el mensaje. Incluso si hubiese sobrevivido, el objetivo estaría cumplido. En su cama, mientras dormía, en una fortaleza de la Guardia Revolucionaria en Teherán, sin víctimas civiles, el día después de asistir a la asunción presidencial como huésped de honor. En Irán nadie está a salvo de los cuernos, de pagar el zakat y de ser traicionado por un fajo de riales de la entidad sionista. Desde estas líneas -y desde el newsletter precursor Yalla Balagán- hemos insistido en los reportes de la total paranoia que inunda las calles de Teherán sobre las infiltraciones del Mosad. El precio de la acción vuelve a romper récords. Y aunque desde los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica intentan desde ayer por todos sus propios medios de comunicación desmentir la revelación del Times, se non è vero, è ben trovato. Andá a desmentirlo ahora que convirtieron a la serie Teheran en documental.
Desde octubre, Ismail Haniye era un muerto en vida como lo fueron los miembros de Septiembre Negro durante la operación Ira de Dios. Ni moderado ni mediador, su rol quedó disminuido al de cara visible y fundraiser, pero su exilio desde 2017 le quitó peso en Gaza. Es plausible que Haniye haya empujado por un cese al fuego, siendo él quien debía poner la jeta en Doha, donde han sido bastante benévolos y hospitalarios, pero tienen que lidiar con sus queridos amigos de Occidente, o al menos caretearla. De ahí a moderado o negociador hay un trecho. El único pulgar arriba o abajo para liberar a un sólo secuestrado, el único cuya voz es capaz de crear hordas suicidas entre los palestinos de Gaza o incluso Cisjordania es Yahya Sinwar, quien desde el 7 de octubre limita sus comunicaciones con el mundo exterior a papelitos entregados a una o dos personas. Probablemente el rol de Haniye lo vuelva a ocupar Jaled Mashal, poco querido en Gaza por no ser nacido ni criado. Nativo de Cisjordania, criado en Kuwait, y parte del levantamiento pro Sadam Huseín que culminó en la expulsión de todos los palestinos durante la Guerra del Golfo.
Fuera de Sinwar, sólo otra figura tenía un halo capaz de inspirar a la tropa islamista, y era Mohamed Deif. Y finalmente hablamos en pasado porque al día siguiente de la eliminación de Haniye, Israel confirmó que lo que quedó del principal referente militar de Hamás fue juntado en pedacitos el 13 de julio, mientras visitaba en Jan Yunis al comandante de brigada Rafá Salama, también de regreso con su creador. De verdadero nombre Mohamed Al-Masri (que quiere decir “el egipcio”, ejem), Deif sobrevivió una docena de intentos de eliminación desde los 90. Hasta que aparecieron las fotos publicadas durante esta guerra, en las que posa con un café y un fajo de dólares, se rumoreaba que ya no tenía extremidades y había quedado ciego. Pues, finalmente, los rumores de su muerte han dejado de ser grandes exageraciones gracias a un trabajo superlativo de la inteligencia militar y el Servicio General de Seguridad israelí en Gaza. Su apodo, Deif, quiere decir huésped. Acostumbraba a dormir una noche en cada cama de la franja escapando de su inexorable destino.
Las grandes operaciones en Gaza están terminadas y sólo se realizan pocas incursiones puntuales, en especial desde que concluyó la demorada invasión a Rafaj, y el control del corredor Filadelfia y los túneles que a través del contrabando servían de vías de suministro. Aunque Netanyahu intenta renegociar términos acordados durante el regateo, Sinwar tiene la última palabra para un cese al fuego firme, retiro de tropas e intercambio de secuestrados por prisioneros. No importa cuánto boqueen desde Doha, Teherán, Beirut o las redacciones de lo que alguna vez fueron agencias de noticias y medios respetados del mundo libre.
----
Mientras se terminaban de editar estas líneas, viernes por la tarde, llegaron dos breaking news importantes. Una, que Israel eliminó en la ciudad de Gaza a la mano derecha y sucesor eventual de Sinwar en la franja, Rawji Mushtaha. Con él habrían perecido en un túnel también Samej al-Siraj y tres comandantes de las Brigadas de Al-Qassam. El círculo se cierra en Sinwar as we speak.
La otra breaking, según artículos no demasiado fiables hasta ahora, es que la inteligencia occidental cree que la intención de Irán es atacar en Tishá Be Av, el 9 del mes de av del calendario hebreo. Ese día se conmemoran varias de las grandes catástrofes del pueblo judío, especialmente la destrucción de ambos templos en Jerusalén. Plausible, pero sería dar un poco demasiado de ventaja, puesto que este año cae entre el 12 y 13 de agosto. A Israel le sobraría tiempo para planear y ejecutar alguna medida disuasiva adicional que complique un ataque coordinado desde Teherán. La presunta fuente que habló con Sky News en Árabe citaba el factor terror y humillación judía que impregna a esa fecha, la cual también cayó cerca del atentado a la AMIA y a la firma de la “Solución Final” en 1941. ¿Y si otra vez con este ataque no le hacen ni cosquillas a Israel, para quién sería más humillante? La convocatoria es atractiva para alinear a la tropa de Hizbalá, Hutíes, milicias chiitas en Irak y Siria y a Hamás y afines en Gaza y Cisjordania, pero el payout no se ve claro. Analistas que este newsletter ha consultado manejan una hipótesis para nada descabellada; si la idea es hacer real daño, es más eficiente un atentado a comunidades judías de Occidente. La mano de obra barata y convencida para estas cosas abunda en Europa, y las chances de éxito son mayores que lanzando a lo bruto misiles, cohetes y drones que una coalición regional y EE.UU. puedan interceptar. Aquel ping pong de abril se dio tras la eliminación en Damasco de un general de la Guardia Revolucionaria. Grave, pero no humillante. Un ataque en suelo propio como fue el golpe contra Haniye amerita una respuesta mayor. Y por supuesto, podría derivar en la madre de todas las guerras de la región.
¡Excelente como siempre!
Genial as usual, tenés la verba inflamada como decía Inodoro; algo que rechazo (ya que hoy lo subjetivo >>> facts) es tu versión de la bomba en la habitacion de Haniye aunque debe ser verdad. Pero es mucho mas beio pensar en un misil-bisturí que entró por la ventana (incluso hay un video iraní del misil) Saludos de Omar Magariños.